La bomba de dirección hidráulica de un vehículo se encarga de bombear el líquido de transmisión, desde el depósito hacia los engranes, es decir hacia el resto del sistema de dirección, esto permite poder manejar sin problemas y sin mayor esfuerzo hacia los lados.
Todos los vehículos tienen un sistema de dirección hidráulica que hace que sean más fáciles de manejar, sin embargo, esto acostumbra a presentar fallas, es esencial detectar las advertencias que se presentan antes que falle por completo.
Cuando la bomba de dirección no marcha adecuadamente puede volverse rígido el volante.
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Si la bomba de dirección falla puede presentar los siguientes signos:
Ruidos al dar vuelta al volante: Si al instante de dar una vuelta al volante se escucha un rechinido, puede significar que la bomba de dirección hidráulica tenga poco aceite.
Fugas del líquido de transmisión: Si notas manchas bajo tu vehículo de color rosa o ámbar podría ser aceite de la dirección hidráulica.
Volante “duro” o rígido: Si necesitas realizar más fuerza de la habitual para girar el volante, es decir, no gira adecuadamente, es una señal que la dirección está fallando.
Si tu vehículo cuenta con un sistema de dirección asistida por computadora puede presentar fallas también en los sensores de la dirección, inclusive puede surgir una falla en la bomba de forma repentina, por poner un ejemplo, si el motor se apagó la energía de la dirección hidráulica se irá, lo más conveniente es detener el vehículo en un sitio seguro e informar al resto de conductores que tu coche presenta problemas a través de las luces de estacionamiento.
La falta de mantenimiento reduce el tiempo de vida de todos y cada uno de los componentes de la dirección y puede poner en riesgo tu seguridad y de tu familia, es conveniente realizar el mantenimiento cada 10.000 kilómetros.
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La mejor manera de evitar las fallas de la bomba de dirección hidráulica es verificar el aceite de forma regular y darle servicio en caso de que esté goteando.
Conducir un vehículo con inconvenientes de dirección, ocasiona que no tengas el control adecuado de tu vehículo poniendo bajo riesgo tu seguridad, pese a que puedas acostúmbrate a manejar con el volante rígido, esto causa fricción entre otros muchos componentes que se deteriorarán transcurrido un tiempo.
Realizar una revisión profunda de la dirección y suspensión puede evitar o descartar otros inconvenientes, pero si la bomba no está trabajando va a ser necesario reemplazarla.